SEGURIDAD
ALIMENTICIA
EXTINGUIENDO EL HAMBRE Y
PROMOVIENDO LA NUTRICIÓN
“No pude proveer comida para mis hijos”, comparte Obieness.
Obieness, una agricultora de 44 años de edad de Zambia, había cultivado sus tierras durante mucho tiempo. Es viuda y tiene siete hijos, y por mucho trabajo que hiciera en su granja, el rendimiento nunca era suficiente.
¿Por qué la seguridad alimenticia?
Cientos de millones de personas se irán a la cama con hambre esta noche y todas las noches. El hambre es el resultado de la pobreza extrema, y mantiene a la gente atrapada en la trampa de la pobreza. Sin nutrición, las mentes y los cuerpos de los niños no pueden desarrollarse adecuadamente. La desnutrición agrava los efectos de las enfermedades, incluyendo el VIH y el SIDA, la malaria y la neumonía. Evita que la gente se dedique plenamente al trabajo productivo y a la generación de ingresos.
En todo el mundo,
- Una de cada nueve personas no tiene suficiente comida para comer.
- El número de personas que están subalimentadas está aumentando.
- El hambre afecta de manera desproporcionada a las mujeres y los niños: la desnutrición de las madres y los niños contribuye al 45% de las muertes de niños menores de cinco años.
- A medida que aumenta el clima extremo, se hace más difícil cultivar productos básicos como el trigo, el arroz y el maíz.
A través de una asociación con Growing Hope Globally y Ministerios Nazarenos de Compasión, Obieness recibió capacitación en agricultura de conservación, un método que aumenta el rendimiento de manera sostenible.
Su cosecha cambió drásticamente, la salud y la esperanza de su familia han cambiado notablemente. “Soy una madre orgullosa por la ayuda que MNC me ha brindado”, dice. “Mi vida ha cambiado a una mejor”.
¿Cómo hacen la diferencia los programas de seguridad alimenticia?
MNC se asocia con las iglesias locales para proporcionar programas agrícolas a largo plazo, como la agricultura a pequeña escala, la cría de animales y las piscifactorías, así como la educación en materia de nutrición, para mejorar la salud y proporcionar una fuente de ingresos para las familias y los individuos. Muchos de los programas están dirigidos específicamente a las mujeres como una forma de proveer a los niños y las familias.
Historias de impacto
En Kosovo, el 45 por ciento de las personas luchan por tener alimentos saludables y nutritivos para comer. A través de un ministerio que proporciona invernaderos, las familias son capaces de cultivar alimentos nutritivos tanto para la generación de ingresos como para el consumo, así como ayudar a otras familias a construir invernaderos también. Una de las beneficiarias, Nora, y su familia se preocupaban de que los ingresos de su invernadero no fueran suficientes. En una semana, habían vendido todo lo que cultivaban.
Mientras los coordinadores del programa salían de su casa, Nora los detuvo. “¡No puedes irte sin orar por nosotros!” les dijo. “¡Sé que Dios responde a las oraciones!”
En Venezuela, el Líbano y Jordania, las iglesias locales están respondiendo a la crisis humanitaria proporcionando paquetes de alimentos básicos a las familias en situación de extrema necesidad. En el Líbano, 360 familias reciben actualmente paquetes de alimentos cada dos meses.
En Venezuela, las iglesias locales están proporcionando canastas de alimentos básicos. Una madre, Carmen, sólo pudo alimentar a sus hijos con una comida al día antes de recibir el alimento suplementario. La iglesia se convirtió en un espacio seguro para ellos.
El simple ministerio del amor abrió la puerta a la transformación a través de Cristo.
Usted puede hacer la diferencia.
Su apoyo puede contribuir a crear un futuro en lugares donde la esperanza se siente fuera de alcance. Dé ahora para apoyar a aliviar el hambre a través de Ministerios Nazarenos de Compasión.
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